lunes, 1 de marzo de 2010

Ruta de los molinos del Profundu: primer intento

En esta ocasión nos hemos acercado a Villaviciosa: el tiempo aconsejaba algo cerquita del mar. Hacía tiempo que tenía ganas de hacer esta ruta que discurre paralela al río Profundu. A lo largo de esta ruta se encuentran numerosos molinos de agua, muchos en un estado totalmente ruinoso, o simplemente se intuye la existencia de una antigua construcción.
La ruta se denomina: PR.AS-137, "Ruta de los molinos del río Profundo", se trata de una ruta lineal, de unos 14 km ida y vuelta, bastante fácil,  aunque tiene el inconveniente de ser una zona bastante sombria en algunos tramos y donde se forma bastante barro como pudimos comprobar la segunda vez que la intentamos.
La ruta tiene el itinerario : Valbúcar - Buslaz.

Lo primero un cafetín en Villaviciosa para levantar el espíritu y coger fuerzas para el camino, el tiempo esta algo fresco, aunque no hace frío.

  


Y este señor que hace aquí ?

  


Nos acercamos a Valbúcar, donde se encuentra el inicio de la ruta.

  


El paisaje se encuetra todo nevado y hay restos aún de la helada de la noche. Es realmente precioso.

  



  



  



  

Aquí comienza la ruta de los molinos del Profundu.

  

Berto atate las bien las botas eh ?

  


El inicio de la ruta va por un camino ancho pegado al muro de una finca privada, toda la ruta es una zona de umbría, donde es facil encontrar barro, tal y como pudimos comprobar en nuestar segunda visita.

  


No se aprecia muy bien en las fotos quizas, pero el sol filtrándose a través de las ramas cargadas de nieve producía un efecto precioso.

  


  


  


  


  

El sol comienza a derretir la nieve y hielo acumulados en los tejados, que chorrean...


  



  


Seguimos avanzando para encontrar el río.

  

Ya lo tenemos a nuestra derecha. Toda la zona es muy húmeda.


  



  



  

Abandonamos la proximidad del rio durante un par de cientos de metros, que hay que hacer por la carretera, el dia esta fantástico.


  

Encontramos el indicador de Buslaz, que es nuestro objetivo. Berta posando para la posteridad.

  


Y volvemos a retomar la senda al lado del rio.

  



  

Este es uno de los molinos que pueden verse a lo largo del camino, muchos se encuentran es este estado de abandono. Una verdadera pena. Puedes pasar a su lado y casi ni lo ves.

  


  


  



  

Otro de los molinos, en total se pueden ver unos 22.

  

Si nadie pone remedio algunos no durarán muchos inviernos más.

  



 


En algunos de ellos es posible ver parte de la maquinaria: al fondo se aprecia la rueda de piedra para moler.





  










Caminar por la nieve es muy bonito, pero bastante cansado.









  


Después de comprobar que en estas condiciones nos llevaría mucho tiempo llegar hasta Buslaz, hacemos una pausa para comer, reponer fuerzas y emprendemos el regreso.

  



  



  



  



  


Nos acercamos a Valbúcar.

  


Al regreso nos fijamos en otro de los molinos, cuyo edificio se conserva bastante bien, se encuentra al principio de la ruta y no lo habiamos visto antes.

  



  


Despues de una cervecita en el bar, emprendemos el regreso en coche, eso fue otra aventurilla, pero para otra ocasión ...

 

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