En esta ocasión hemos pensado en pasar unos dias del verano en las Cies. Conduciendo toda la noche desde Oviedo, llegamos a Vigo. Alli, Silvia y yo (Fran) nos vemos con Raul. Aquí empieza la aventura...
Tomamos el ferry sobre las 10. Las visitas y estancias en Las Cies están limitadas. Parte de la gente que cada dia va a las islas lo hacen para pasar el dia solamente. Nosotros queremos tener la posibilidad de ver las estrellas en el cielo de las islas.
Atrás va quedando Vigo, que dejamos sin pena pensando en lo bueno que nos espera.
Estamos llegando al pequeño embarcadero, el dia está abriendo aunque todavia hay algo de niebla. Estamos ansiosos por ver y conocer las famosas islas.
Junto al embarcadero podemos contemplar una de sus hermosas playas, catalogada como la mejor playa del mundo por algunos diarios eurpeos.
Estamos en el camping, es la única posibilidad de quedarse a dormir en las Cies. Las estancias están muy reguladas. Como máximo se pueden permanecer 7 dias en el camping.
Nos empleamos duramente en la tarea de montar las tiendas, actividad que nos cuesta. En nuestra descarga diremos que no teniamos el libro de instrucciones: je je.
Por la isla existen varias rutas que se pueden realizar, son rutas cortas y fáciles. En la imagen, Silvia posa en uno de los varios faros que existen en la isla.
Las cies cuentan con numerosos acantilados de una gran belleza.
En alguno de estos acantilados existen 'observatorios para las aves'.
Aquí se les ha colado un pajarraco en el observatorio.
Raul, alias 'nube blanca'.
En una de las posibles excursiones, podemos encontrar restos de castros celtas.
Y la playita....Hay la playita. Playas pequeñas, no demasiado concurridas, de arena blanca y aguas gélidas. Buf, que frias están.
Silvia en plan anuncio de Agua Brava.
La verdad es que las playas estan muy bien.
Quién me da cremita ???
Aguas transparentes, y heladas, pero preciosas.
Y más vistas.
Y otra perspectiva más. Te entran ganas de robar un barco.
La isla de enfrente.
Como las cabras, no hay pared que se le resista a Silvia.
Tengo que tomar el sol, esta claro.
Preciosos acantilados, rocosos, donde el mar bate las rocas.
Esta tarde despues de la playa vamos a visitar el faro de las Cies, el mayor de la isla.
Durante la subida vemos otro de los faros auxiliares.
El faro de las Cies se encuentra en la cima de una colina a la que se accede por un camino zigzagueante. Un pequeño 'Tourmalet' vaya.
Durante la subida, de manera repentina se va metiendo la bruma, en cuestion de media hora no seremos capaces de ver la costa.
Aquí esta, el faro de las Cies. Si las piedras pudieran hablar, podrian contar multitud de historias de naufragios.
Desde el faro se tienen vistas preciosas, con acantilados vertiginosos.
Poco a poco la nieva entra, ganando terreno a la tierra.
Silvia luciendo palmito.
De noche todos los gatos son pardos, y con la ayuda de Baco, las risas brotan y las tonterias tambien.
Eso sí, el vino ayuda a combatir el fresco nocturno. Hemos contado chistes que no se deben reproducir bajo ningún concepto. Dios ....
Silvia ? Tu tambien ?
Como pasa siempre, todo lo bueno llega a su fin. Llega la hora de recoger todo, no olvidar nada y guardar en la memoria todas las imágenes y ratos bonitos.
Sin comentarios, Raul ...Raul, no conocia yo esta faceta tuya.
Unos llegan y otros se van. Asi es la vida..., pero que nos quiten lo bailao.
Un último vistazo a la playa mas conocida de las Cies.
De vuelta en el ferry, un dia muy feo, con lluvia y frio. Así es más fácil dejar este pequeño paraiso. Volveremos...., quizás a las Ons.
domingo, 18 de octubre de 2009
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